Asesoria Espiritual

La vida me golpeó tantas veces que entendí que mi destino era hacer que a otros no les pase lo mismo. Cuando era menor de edad perdí a mi padre, cuando era adolescente perdí a mi madre. Me tocó salir adelante solo y en el camino me encontré con muchas personas que quisieron aprovecharse, que quisieron darme un trabajo de largas horas y sueldo mísero, con parejas que más que amor querían lo poco que había ganado, con mi propia familia tratando de manipularme para obtener un beneficio propio y con otras personas que lo único que querían era un pedazo de mí.



Entre todo esto me tuve que procurar y criar, me tocó descubrir que en esta vida nadie se preocupa genuinamente por ti y que al final, todo el mundo tiene intereses propios que va a poner en primer lugar. A pesar de ello, crecí y logré encontrar mi propio camino. Usé el conocimiento que me dio mi abuela sobre el don que tengo para cambiar la vida de los demás y comencé a trabajar en la Asesoría Espiritual.